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07 Jun, 2023

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Anatomía de la “idea fuerza”

Se denomina “idea fuerza” a lo que constituye la esencia de un mensaje. Suele estar compuesta por unas pocas palabras con un fuerte carácter simbólico y que reflejan, por sí solas, un significado completo. Por ejemplo, la frase que hizo celebre Barak Obama en su campaña electoral: “Yes, we can!”(Si, ¡podemos!). O aquella que hizo furor en los ochenta y que todavía hoy se sigue usando: “Búsque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo”.

Pablo Burgué, Angela Díaz y Pilar Pato nos dicen en su libro ‘Comunicación sostenible’ (Lid Editorial), como debe ser una “idea fuerza”:

Breve. Tiene que poder ser presentada con pocas palabras.

Sencilla. La sencillez en el vocabulario o en la forma de expresión no está reñida con la capacidad de impacto o influencia. Pero teniendo en cuenta que, a veces, se quiere resumir tanto el mensaje, que la síntesis no facilita su compresión.

Memorable. Ha de se algo que quede grabado en la mente de los interlocutores. Ha de ser algo fácil de recordar De ahí que muchas sean construidas a modo de lema.

Inequívoca. No puede dar lugar a diversas interpretaciones. Su construcción debe permitir que los interlocutores entiendan lo mismo, porque si no es así, realizar la síntesis no habrá merecido la pena.

Construida con palabras simbólicas. Son aquellas que tienen un poderoso significado por sí mismas (vida, muerte, libertad, crisis, victoria, etc.) evocan emociiones (alegría, tristeza, etc.) o simplemente tienen fuerza metafórica (explosión, cima, tempestad,…).

Relacionada con el discurso general. Tiene que tener coherencia, en fondo y forma, con el mensaje global. No es una conclusión del mensaje ni debe incorporar nueva información; es una síntesis del mensaje.

Anatomía de la “idea fuerza”