Para reforzar tu imagen de marca. Para vender más. Para promocionar tu último producto o servicio. Para buscar clientes. Para establecer contactos comerciales. Para tomar el pulso al mercado y a las tendencias. Para comprobar el grado de satisfacción de los clientes a tu producto. Para identificar y conocer mejor a tu competidores, proveedores, importadores o distribuidores…
Son muchas las razones que justifican la presencia de las empresas en las ferias. Y deben ser poderosas si tenemos en cuenta que, c omo instrumentos de marketing, para esas mismas empresas la eficacia de las ferias comerciales y exposiciones en el proceso de ventas está por delante de los anuncios y promociones, mailing directo, relaciones públicas y telemarketing. Sólo la venta directa las supera. Pero ¿cuál es el coste de un stand y cuál es el retorno de la inversión? ¿Cómo sacar el máximo partido a esa estrategia ferial? Éstas son las claves:
Busca, compara y elige. A la hora de exponer tus productos o servicios en una feria existen varias opciones: contratar sólo el suelo y montar tu propio stand o contratar conjuntamente el suelo y el alquiler del stand. En general, las ferias disponen de catálogos con paquetes completos que incluyen el stand, su montaje y el alquiler del suelo. No así el diseño. Ahí tienes tres opciones: encargarte tú mismo de vestir el stand (encontrarás los complementos más comunes y precios en el cuadro adjunto) o subcontratar ese servicio.
Tipología de stand. Los hay para todos los gustos y presupuestos. Los más comunes son los de 2-3 paredes (perfiles) y frontal diáfano. En la parte superior se coloca un friso con el nombre de la empresa. La superficie más pequeña que se comercializa está entorno a los nueve metros cuadrados (3×3). Para stands de gran formato, la superficie máxima (dependiendo de cada feria) oscila entre los 30 y 60 metros cuadrados. Aunque si vas con un presupuesto muy ajustado, la recomendación es un stand PLV: automontable, formado por tótems y mostradores con frontales intercambiables, lo que te permite darle un toque más personal.
El precio. Varía en función de la feria, metros alquilados, diseño, ubicación y servicios adicionales (cáterin, azafatas, diseño, mobiliario, equipos multimedia…). Por lo general, la contratación de un stand incluye el cartel de la empresa en el friso del stand, la iluminación, alfombra, caja de electricidad y, en algunos casos, muebles (una mesa y sillas). El diseño queda de tu cuenta. En este punto, “no hay que olvidar que el stand es un elemento de comunicación que debe conseguir un gran impacto visual ante los visitantes”, explica Rafael Muñiz, experto en marketing y fundador de RM& & Asociados. Un ejemplo del coste de un stand estándar lo encontramos en Ifema (Madrid), donde por el alquiler del suelo y un stand modular de 30 metros cuadrados se paga unos 6.500 euros sin IVA (7%). Por debajo, otro de 12 metros cuadrados ronda los 2.800 euros. Aunque si eliges montar tu stand con mostradores PLV (la opción más económica, recuerda), en el mercado los encontrarás con precios que oscilan entre los 200 y 400 euros por unidad (mostrador). La superficie y diseño del stand determinarán el precio definitivo según el número de displays, tótems mostradores PLV necesarios (ver cuadro anexo).
La ubicación. A la hora de elegir una, interésate por saber dónde se pondrán tus competidores, así como las empresas que estarán junto a la tuya. Pide esa información a la empresa organizadora . Y recuerda que la distribución por calles de las ferias deja una avenida central (la más cara). Cuanto más alejado esté tu stand de ese eje principal, más económico te saldrá el metro cuadrado y viceversa. Tampoco olvides formalizar la inscripción con tiempo suficiente, ya que las empresas feriales suelen adjudicar los espacios por orden de recepción y por sorteo.
Por último, de la mano de Muñiz, unos consejos para rentabilizar tu inversión:
– Fija un presupuesto real.
– Nombra un responsable o coordinador de la feria.
– Establece los objetivos que se persiguen con la participación en la feria (más contactos, más ventas, potenciar la imagen de marca o tener mayor visibilidad ante los medios de comunicación).
– Define el público objetivo. Es decir, ¿con qué visitantes queremos contactar? Pues en función del perfil de ese público haremos diferentes acciones de comunicación antes, durante y después de la feria o exposición.
– Estudia el perfil del visitante y, una vez elegida la feria a la que quieres asistir, comprueba que en esas fechas no haya otra más importante que le reste protagonismo.