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25 Mar, 2023

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El Estado tiene difícil recaudar un 4,3% más en 2012

Los Presupuestos Generales del Estado para 2012 se perfilan como uno de los más restrictivos de la historia de la democracia española. Junto a los recortes de gastos que presentan, la clave estará en si, con la actual recesión, se conseguirá cumplir la previsión de subida de ingresos.

Puede aumentar sus ingresos un Estado cuando su economía se halla en recesión? Este será el quid de la cuestión para que los PGE 2012 sean un éxito o un fracaso. Y es que, en principio, se antoja complicado que el Estado pueda recaudar 168.726 millones de euros, 6.966 millones más que el año pasado.

Además, los primeros datos de ejecución presupuestaria ya están empezando a revelar lo difícil que resultará cumplir las previsiones. Hasta marzo, el déficit de la Administración central del Estado se elevó al 1,85% del PIB, frente al 1,06% del mismo periodo del año pasado, 8.322 millones de euros más.

Menos declarantes

La fórmula para lograr este pretendido aumento de los ingresos públicos recae sobre todo en un aumento de recaudación del IRPF, de 3.303 millones de euros, gracias al incremento de los tipos impositivos que se realizó a primeros de año.

El problema es que el mismo Gobierno pronostica un aumento del paro de más 630.000 personas, es decir, un 3,3% menos de los 19,1 millones de personas que tuvieron que pagar el impuesto el año pasado. Porcentaje que será complicado de compensar con las subida de los tipos.

Las empresas pagarán más

Otra de las claves para el aumento de ingresos es la desaparición de algunas desgravaciones del Impuesto de Sociedades. En total, esto permitirá ingresar otros 3.000 millones de euros más. El problema, nuevamente, es el entorno. Según el Indicador de Confianza Empresarial de las Cámaras de Comercio, el 51,9% de empresas vio descender su cifra de negocio en el segundo trimestre de este año, respecto al anterior. Y las perspectivas para el resto del año no son mucho mejores.

Por último, una de las medidas estrella para subir los ingresos es la que permitirá a los capitales en el extranjero ser regularizados con un impuesto especial del 10%. Lo que supone un agravio para los millones de españoles que cumplen escrupulosamente con sus obligaciones fiscales.