Según el consultor, emprendedor y conferenciante estadounidense, las empresas “tratan de hacer pequeños cambios o arreglos provisionales y esperan a que las cosas mejoren o a que el problema desaparezca. Este enfoque no funciona y, en cambio, garantiza que perderán grandes cantidades de tiempo y energía”.
Para este experto, uno de los autores de gestión de empresa más reconocidos en Estados Unidos, “una de las características de las compañías de éxito es que piensan en grande y actúan en pequeño, dominando el arte de abandonar productos, servicios y procesos que ya vivieron su vida útil y han quedado obsoletos”. Un ejemplo lo supone la decisión de la familia Rockefeller de abandonar sus intereses en empresas petrolíferas, fueron los fundadores de la petrolera Standard Oil, y volcarse en los negocios de energías renovables.
Claves para soltar lastre
◗ Dejar lo que ayer dio dinero, si ya no tiene sentido.
◗ Si valió la pena hacerlo la primera vez, quizá merezca reformularlo nuevamente.
◗ Si reformularlo no funciona, abandonarlo.
◗ No defender a ultranza la forma en que siempre se hicieron las cosas.
◗ Buscar siempre lo asombroso, para sustituir lo meramente satisfactorio.
◗ Los enfoques tradicionales, que tuvieron éxito en su momento, rara vez producen grandes resultados.