Verne Harnish, fundador de Young Entrepreneurs Organization, ofrece en su libro Rockefeller. Las claves para generar riqueza (Ed. Deusto), unas sencillas herramientas para la resolución de problemas:
Relevancia.
No puedes resolver todos los problemas inmediatamente, por lo tanto tienes que descubrir cuál está costando más tiempo y dinero.
Ser específico.
Hay que saber quién, qué, cuándo, dónde, cómo y el por qué de cada uno de los problemas.
Abordar de raíz y no sólo los síntomas.
No decidas “arreglos rápidos”; ve a la raíz del problema. Una de las técnicas para ello es preguntar varias veces “por qué” hasta que lo averigües.
Focalizarse en el qué, no en el quién.
El 95% de las veces es un problema de procesos, no de personas.
Involucrar a todos los afectados.
En lugar de dar vueltas por ahí y obtener diez respuestas de diez personas diferentes, reúnelas a todas para hacerte una idea exacta del problema.
No atacar nunca por la espalda.
No hables nunca negativamente de una persona sin que esté presente. Reduce el nivel de confianza: cualquiera pensará que haces lo mismo con él o ella. Además, acuérdate de eso de “tratar a los demás como te gustaría que te trataran a tí”.