Una de las soluciones más empleadas, por su simplicidad y porque se adapta muy bien a las exigencias del consumidor actual, es la entrega en tiendas o, en su defecto, en drop points, puntos de recogida automatizados a los que se puede acudir las 24 horas del día.
Mejorar la información
Otra tendencia es ofrecer soluciones tecnológicas que permitan ofrecer al consumidor información en tiempo real sobre el estado de su pedido. Incluso el uso de la geolocalización para que el cliente pueda comunicarse con el repartidor a través de una aplicación móvil y saber cuándo estará cerca de su domicilio. Se intenta evitar así un problema habitual en la entrega, que no se pueda realizar en el primer intento. Surgen iniciativas que permiten al cliente escoger el horario de entrega cada vez con más precisión. Algunas de ellas, por ejemplo, informan de la franja de dos horas en la que entregará el pedido.
Ampliación de horarios
Es otra forma de evitar los quebraderos de cabeza de la entrega. Tanto es así que una pyme (iBird) intenta competir en el mercado con la entrega de 10 a 10 como una de sus principales bazas. Sólo presta servicios a e-commerce y quiere hacerse con el 10% de este mercado.