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04 Jun, 2023

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Cómo montar un negocio de artesanía

Son empresas que buscan satisfacer la demanda de esos clientes que desean productos únicos, exclusivos, diferentes, personalizados, realizados a medida según su gusto personal.

Cómo montar un negocio de artesanía

En un mundo que va cada vez más deprisa, ellos trabajan despacio, elaborando productos únicos, de uno en uno, pieza a pieza, mediante técnicas manuales utilizadas desde tiempos remotos. Sin embargo, los expertos consideran que este sector ofrece grandes perspectivas de crecimiento, siempre y cuando las empresas actualicen sus conocimientos de gestión empresarial e integren en su visión de negocio una apuesta por la innovación.

Se trata de preservar las técnicas artesanas tradicionales, pero sin dejar de actualizar otras facetas del negocio, como la comercialización de los productos, el diseño de los mismos y, por supuesto, sumarse al carro de las nuevas tecnologías.

En la actualidad el sector artesano agrupa más de 120 oficios y la mayoría de ellos representa grandes oportunidades de negocio. Sobre todo los que están relacionados con la moda (textil, complementos, marroquinería, joyería,…) o con la decoración (mobiliario, cerámica, madera…).

Perfil del cliente

Lo que juega más a favor de este tipo de negocios es el perfil de los potenciales clientes: un comprador de alto poder adquisitivo, que busca productos exclusivos y con un nivel cultural elevado que le permite valorar el minucioso proceso de producción manual que caracteriza a los productos artesanos. El segmento de clientes con alto poder adquisitivo ha experimentado en España un crecimiento muy importante durante los últimos años.

Antes de emprender

Si estás interesado en este tipo de negocio, conviene que valores algunas premisas:

Emprendedor polifacético. Este es un sector profundamente complejo si tenemos en cuenta que el responsable de la empresa suele ser a la vez el responsable directo de todo el ciclo de vida del producto: diseño, fabricación, promoción y comercialización. Sin olvidar que a todas estas tareas hay que sumar las propias de una empresa cualquiera (fiscalidad, nóminas…).

Importante inversión. Las inversiones iniciales pueden resultar elevadas el algunos casos. Tienes que realizar grandes inversiones a la hora de adquirir los productos, sin saber exactamente en qué plazo de tiempo puede tardar en venderse ese material.

También requieren desembolsos importantes aquellos negocios que trabajan con materias primas que encarecen todavía más el producto realizado a mano, como el caso de las joyerías, cuya inversión inicial puede ascender a 300.000 euros.

Problemas de suministro. También puedes encontrarte dificultades a la hora de comprar materias primas. Además, a veces te obligarán a realizar volumen de pedidos por encima de tus necesidades. Aunque sólo fabricamos siete pares de zapatos al día, estamos obligados a comprar 200 pares de tacones de una sola vez. Eso es un riesgo que corres, tienes que suponer por adelantado que ese tipo de tacón se va a vender bien.

Nuevos tiempos

Una vez advertido de los contratiempos que pueden surgir, te conviene conocer las principales pautas que debes seguir para adaptar un negocio artesano a la realidad actual:


Nuevas formas de promoción. Las nuevas tecnologías son básicas para el sector y deben representar una de las principales formas de promoción. Son una fuente de acceso de información para cualquier posible comprador o cliente. Hoy en día nadie puede dudar de las ventajas que aporta una página web propia de cada negocio: funciona como tarjeta de presentación y medio de contacto para clientes, te publicita en el mercado nacional e internacional e incluso puedes vender tus productos por este medio.


El asociacionismo. La Fundación Española para la Innovación de la Artesanía aboga por la agrupación de artesanos del mismo sector para facilitar y reducir el control de costes de las materias primas. Por otro lado y persiguiendo el mismo objetivo de reducción de costes, también se están planteando la posibilidad de realizar una oferta de productos agrupada, es decir, implantar puntos de venta en los que se comercialicen productos fabricados por distintos artesanos. Si se relacionan con promoción turística de la zona esta opción puede ser una vía interesante para aumentar las ventas.

Colaboración entre distintos gremios. Otro área que estamos investigando y que creemos que puede dar mucho juego es la colaboración entre artesanos de distintos subsectores. Por ejemplo, si artesanos dedicados a la forja se unen con expertos en madera y con ceramistas, pueden obtenerse muebles de jardín de calidad.

Renovación constante del producto. Un artesano del siglo XXI tiene que ser alguien con un perfil muy innovador. La innovación es un ejercicio constante: no se puede innovar para la colección del año en curso y luego quedarte estancado, sino que tienes que prepararte cuidadosamente para la producción del año siguiente. Hay que cuidar al máximo los diseños de los productos y estar siempre al día en cuanto a tendencias.

Asistencia a ferias. La asistencia a ferias del sector es una buena forma de dar a conocer tu producto, sobre todo cuando estás en la fase de introducirlo por primera vez en el mercado. También representan una buena opción para captar nuevos clientes y para establecer contactos con otros artesanos que te interesen.

Subvenciones. Dependiendo de la comunidad autónoma en la que la empresa se dé de alta, se pueden recibir ayudas públicas dirigidas a apoyar la financiación de la creación de las páginas web, a la adquisición de maquinaria o a procesos formativos. Puedes acudir a organismos como La Fundación para la Innovación de la Artesanía para asesorarte.

Gran variedad de negocio

Además de las citadas, existen muchas otras empresas que han triunfado
en el mercado de lo artesanal. Todos ellos tienen en común el hecho de haber encontrado una subespecialización dentro de su sector. 
Te presentamos algunas de ellas:

Fabricación de instrumentos musicales. Más que artesanía, la fabricación manual de instrumentos musicales es un arte. En Barcelona hay varios talleres artesanales especializados en este sector.

Herradores. Un herradero siguió el consejo de los que le dijeron que quedaban muy pocos y que los que se dedicaran a este oficio podrían ganarse muy bien la vida. Lo ha experimentado en carne propia y su fama como herrador le ha llevado hasta los Emiratos Árabes, donde acudió con motivo de la celebración del Campeonato del Mundo para supervisar los cascos de los caballos de los jeques.

Diseño de automóviles. Una empresa catalana se ha embarcado en la idea de fabricar coches a la antigua usanza y de forma manual. Al año, sólo fabrican 12 unidades y cada una de ellas se personaliza para cada cliente.

Ceramistas. La cerámica artística es otro de los sectores manuales que ofrece grandes posibilidades de negocio.