Motoreto es una nueva plataforma especializada en la venta de coches de ocasión y kilómetro cero. A partir de la digitalización del sector, aunando la oferta de los concesionarios y la demanda de los consumidores, aspira a liderar un mercado en el que no para de crecer. En el primer semestre de 2022 ha aumentado su facturación respecto al mismo periodo del año anterior un 1.200%, alcanzando los millones de euros.
Un crecimiento que se explica por su mayor presencia en el mercado español (con 2.000 concesionarios adheridos) y sus primeros pasos en el mercado internacional (concretamente su apertura en Italia).
Este año, además, buscará una nueva ronda de financiación para transformar la cadena de suministro, expansionar el equipo de desarrolladores de venta, transformar digitalmente el sector junto a los concesionarios, con la premisa de que logren alcanzar una digitalización real que les permita la supervivencia. Por el momento, el óptimo crecimiento de la compañía proviene de la venta de vehículos en concesionarios y de los diferentes servicios SAAS que digitalizan el negocio y las necesidades de los concesionarios mediante su adhesión a Motoreto, lo que les permite mirar el futuro con buenas expectativas al sector.
Una coyuntura favorable
El éxito de Motoreto llega en un momento de incertidumbre en el mercado de vehículos nuevos y de ocasión. Con la guerra, muchas marcas han suspendido la comercialización en Rusia, el precio de los carburantes y las materias primas (como el acero, el aluminio, el níquel o el paladio, utilizados en la fabricación de coches) no deja de alcanzar máximos históricos y se están dando retrasos y afectaciones en la cadena de suministro.
“Esta situación perjudica en mayor medida al vehículo nuevo ya que al experimentarse retrasos en los materiales con los que se fabrican, las demoras para conseguir uno de ellos se prolongan meses. Por eso, muchos usuarios optan por dirigirse al mercado de ocasión en busca de un coche dadas sus ventajas, no solo económicas, sino también por la comodidad de la entrega inmediata”, explica Marco Conde, CEO y fundador de Motoreto.
“Incluso los concesionarios que antes se centraban en la venta exclusiva de vehículos nuevos, ahora potencian la venta de vehículo de ocasión al no contar con el stock suficiente y por el aumento de la demanda de estos últimos”.
Otro problema añadido en el mercado es la parálisis de producción en algunas plantas de España. “Las huelgas de transporte, falta la falta de suministro de materias primas, la escasez en la producción, etc. hace que haya plantas, incluso fábricas enteras, que tienen que cesar su actividad porque no hay suficiente material para abastecer la demanda. Esto hace que muchas marcas, como es el caso de Volkswagen, se replanteen abrir nuevas fábricas”.
“Además, esto no afecta únicamente a las fábricas de las marcas de automóviles, sino que también perjudica indirectamente a todas aquellas empresas y fábricas vinculadas a la producción de vehículos y que se encuentran por debajo de la cadena de valor. Es decir, proveedores de materiales, componentes, piezas, etcétera. Al final es una situación que perjudica enormemente a la producción de vehículos nuevos, favoreciendo la venta de coches de ocasión. Asimismo, al aumentar la demanda de estos últimos, la oferta baja y en consecuencia, los precios suben”, continúa Conde.
Más cambios en la venta de coches
La tormenta perfecta llegará en 2023, cuando se inaugurarán las zonas de bajas emisiones (ZBE) limitando el acceso a los centros de las grandes ciudades de los coches con motor de gasolina de más de 20 años o diésel de más de 15 años. ¿Cómo va a cambiar el mercado? “Se prevé que se demanden vehículos de ocasión más sostenibles como los híbridos o eléctricos. Pero sobre todo, notaremos un crecimiento en la venta de vehículos más modernos catalogados con etiqueta medioambiental B y C. Ya que estos últimos son más económicos que los híbridos o eléctricos y aunque las restricciones perjudican en gran medida a estos vehículos, podrán seguir accediendo a las ZBE con ciertas limitaciones”.
Según explica Marco Conde, “en lo que llevamos de año ha cambiado la tendencia de compra de los usuarios. En el primer trimestre del año, un 39,4% de los coches que se han solicitado en Motoreto correspondían a vehículos diésel, el 9,8% gasolina, el 1,4% híbridos y tan solo el 0,3% eléctricos. El resto de usuarios no tenían preferencia por ninguna motorización en concreto”.
Una situación que empieza a darse la vuelta: “En abril, mayo y junio, la demanda de vehículos diésel ha disminuido y se sitúa en el 34,3%. Por el contrario, los vehículos de gasolina han experimentado un ligero aumento llegando al 11,2%, al igual que los híbridos con un 2,2% y los eléctricos un 0,5%. Además, en los últimos tres meses, esta tendencia hacia vehículos más sostenibles ha continuado. Los diésel cada vez se demandan menos. En estos meses, tan solo el 29% ha pedido ofertas de vehículos diésel y otro 13,5% gasolina. Mientras que los híbridos han subido más del doble al igual que los eléctricos”.
“En cuanto al número de solicitudes que nos llegan pidiendo un coche que sea de más de 10 años, ha disminuido notablemente en los últimos meses. En Motoreto, la oferta de coches de más de 10 años no es la predominante, aún así, los usuarios que piden coches más antiguos representan un porcentaje muy bajo con respecto a los que piden coches más modernos”.
Mientras que en los primeros 3 meses el 7% de las demandas solicitaban coches de más de 10 años, en los siguientes solo fueron el 1,46% y en los últimos tres representaban únicamente el 0,64%. En cuanto a la tendencia de coches de más de 10 años, se ha mantenido en el 58% en los primeros 6 meses y el los tres últimos se ha notado un ligero repunte hasta el 65%.
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