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28 Mar, 2023

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10 tendencias de consumo que traen oportunidades de negocio en torno al clima

La innovación y la tecnología son claves para afrontar retos cotidianos como un uso más inteligente del agua, el ahorro de costes en desplazamientos o el consumo de productos digitales como signo de estatus

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La innovación tecnológica va a ser clave a la hora de dar respuesta a las exigencias de los consumidores de hoy y que marcan tendencias de consumo que pueden servir como detector de oportunidades. Según el estudio 10 Hot Consumer Trends: Life in a Climate-Impacted Future, del Ericsson ConsumerLab, el 99% de los early adopters de tecnología a nivel mundial esperan utilizar de forma proactiva soluciones basadas en Internet y la conectividad en 2030, para hacer frente al impacto del cambio climático y el calentamiento global.

El informe recoge las preocupaciones, expectativas y acciones tecnológicas personales de los consumidores en relación con los problemas climáticos en 2030.

Así, el 83% de los encuestados cree que el mundo habrá alcanzado para esa fecha la cota de 1,5ºC de calentamiento global (por encima de los niveles preindustriales) considerada por los acuerdos internacionales como el límite por encima del cual es probable que se produzcan más fenómenos meteorológicos extremos y consecuencias climáticas negativas.

Además, un 55% de los residentes en áreas metropolitanas creen que el cambio climático tendrá un impacto negativo en sus vidas y esperan recurrir a soluciones de conectividad como contramedidas.

Entre las principales preocupaciones figuran: el coste de la vida, el acceso a la energía y los recursos materiales, y la necesidad de una conectividad segura y fiable en tiempos turbulentos y climatología caótica.

Estas son las tendencias detectadas por Ericsson ConsumerLab

Reducción de costes

Los servicios digitales ayudarán a los consumidores a controlar los costes de alimentación, energía y viajes en situaciones climáticas inestables. Más del 60% de los primeros usuarios urbanos están preocupados por el aumento del coste de la vida en el futuro.

Conexiones ininterrumpidas

Una conexión a Internet fiable y resistente será más importante a medida que aumenten los fenómenos meteorológicos extremos. Alrededor del 80% de los primeros usuarios urbanos creen que en la década de 2030 habrá localizadores de señal inteligentes que muestren las zonas óptimas de cobertura durante las catástrofes naturales.

Movilidad sin prisas

Los horarios estrictos pueden convertirse en cosa del pasado a medida que la normativa climática y la eficiencia energética cambien el significado de la flexibilidad. Alrededor del 68% de los encuestados planificarían las actividades con programadores que optimizan en función del coste energético, no de la eficiencia temporal.

Creyentes de la IA

Se espera que la IA impulse servicios que protejan a los consumidores durante condiciones meteorológicas cada vez más impredecibles e inestables. Casi la mitad de los primeros usuarios urbanos afirman que utilizarán sistemas personalizados de alerta meteorológica para su propia seguridad.

Nuevo clima laboral

Las limitaciones de la huella de carbono de las empresas, el aumento de los costes y la digitalización acelerada darán forma a las rutinas de trabajo del futuro. Siete de cada diez prevén que los asistentes de IA de las empresas planifiquen los desplazamientos, las tareas y los recursos para minimizar la huella de carbono relacionada con el trabajo.

Agua inteligente

Dado que el agua dulce podría escasear en la década de 2030, los consumidores prevén servicios de agua más inteligentes para conservar y reutilizar el agua. Casi la mitad de los primeros usuarios urbanos afirman que sus hogares utilizarán colectores de agua inteligentes en tejados, balcones y ventanas que se abren de forma inteligente cuando llueve para recoger y limpiar el agua de lluvia.

La economía de la energía

Los servicios digitales de uso compartido de la energía pueden aliviar la carga del aumento de los costes energéticos en la década de 2030. La energía podría convertirse en una moneda, ya que el 65% de los primeros usuarios urbanos predicen que los consumidores podrán pagar bienes y servicios en kWh utilizando aplicaciones móviles en la década de 2030.

Menos es más digital

Los sustitutos digitales de los productos pueden convertirse en marcadores de estatus, ya que el consumo físico excesivo podría resultar caro y cuestionado socialmente. La desmaterialización de los hábitos de consumo podría acelerarse, ya que un tercio de los primeros usuarios urbanos cree que utilizará personalmente aplicaciones de compra que sugieran alternativas digitales a los productos físicos.

Naturaverso

Experimentar la naturaleza en zonas urbanas sin desplazarse podría ser habitual en la década de 2030, ante el continuo cambio climático y las posibles limitaciones para viajar. Cuatro de cada diez de los primeros usuarios urbanos quieren utilizar personalmente un servicio de viaje virtual que les permita experimentar reservas naturales y senderos de montaña en tiempo real como si estuvieran allí.

Tramposos del clima

Los encuestados afirman que los consumidores encontrarán formas de eludir las restricciones medioambientales más estrictas debidas al aumento de los precios y al racionamiento de la energía y el agua. Más de la mitad de los primeros consumidores urbanos predicen que las aplicaciones de pirateo informático les permitirán acceder ilícitamente al suministro de agua o electricidad de sus vecinos.

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