El derecho a la desconexión es uno de los más incumplidos en las empresas españolas. Según el último Informe de Desconexión Digital de Infojobs, el 82% de los trabajados responde correos, WhatsApps o llamadas de trabajo fuera de su horario laboral. Esta tendencia es consecuencia directa de la pandemia, como muestran los datos. En este sentido, el porcentaje de trabajadores que seguían conectados después de sus jornadas antes de los confinamientos apenas alcanzaba el 63%.
“La regulación española fija las bases para garantizar el derecho a la desconexión, pero en la práctica depende en gran medida del voluntarismo de cada organización”, explican los expertos. En este sentido, la Ley Orgánica 3/2018, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales establece que el empleado tiene derecho a desconectar todos sus dispositivos de comunicación con la empresa una vez ha terminado su jornada laboral.
La responsabilidad de hacer cumplir el derecho a la desconexión recae sobre la empresa, que debe contar con una política interna de desconexión digital. En caso contrario, “la prolongación indebida de la jornada sin retribución, aunque sea una realidad, es una infracción de normas sancionable, al igual que el trabajador siga conectado de forma irregular durante los descansos o fuera de la jornada”, explican algunos expertos en La Vanguardia.
La falta de respeto por el derecho a la desconexión de los trabajadores, además, es un fenómeno que se da más en España que en el resto de países vecinos. Prueba de ello es la reciente legislación aprobada por Portugal, en la que los propios empleados podrán denunciar a sus jefes si contactan con ellos fuera de su jornada laboral.
El teletrabajo, un escenario muy perjudicial para el derecho a la desconexión
El incumplimiento del derecho a la desconexión ha encontrado en el teletrabajo un caldo de cultivo perfecto para crecer. En este sentido, los datos de Infojobs muestran cómo, mientras que los empleados que seguían conectados antes de la pandemia alcanzaban el 63%, la pandemia provocó su crecimiento.
Así, alcanzaron el 70% en junio de 2020, y un máximo del 82% apenas un año después. Además, el 74% de los trabajadores afirma no poder desconectar por completo durante sus vacaciones.
Todo ello, a pesar de la aprobación de una Ley de Teletrabajo, que contempla sanciones de hasta 225.000 euros para las empresas que cometan faltas graves. La legislación establece que la empresa podrá poner en marcha los mecanismos de control de la jornada que estime oportunos para garantizar que sus trabajadores en remoto cumplen con sus obligaciones laborales, pero también para garantizar el derecho a la desconexión de los mismos.
Por otro lado, el trabajo en remoto y la falta de respeto por el derecho a la desconexión han provocado un aumento de los casos de estrés y ansiedad durante la pandemia. En este sentido, organizarse bien y prestar especial atención al descanso se han convertido en tareas imprescindibles en el entorno laboral de la etapa postpandemia.