Spiderman, Capitán América, Iron Man… La lista de superhéroes de Marvel es conocida por grandes y pequeños en todo el mundo. La compañía ha sacado un rendimiento multimillonario a todos sus personajes de cómic, aunque no siempre fue así. En la década de 1990, llegaron a estar en bancarrota…
Marvel Comics nació en 1939 como una editorial de cómics de superhéroes fundada por Martin Goodman, que entonces tenía 31 años. En un primer momento, se trataba de un proyecto secundario del emprendedor, que ya tenía otra editorial especializada en novelas ambientadas en el oeste americano.
Durante sus primeros años de vida, Marvel gozó de relativo éxito gracias a los cómics de Spiderman o los X-Men, que quedaron en la memoria de millones de niños en Estados Unidos. Sin embargo, el crecimiento del sector del cómic terminó por ser una burbuja, algo que terminó por frenar de manera considerable el desarrollo de la compañía.
El declive de Marvel: de la bancarrota al éxito mundial
Así, llegaron los años 90, un periodo en el que el sector del cómic sufrió grandes pérdidas, debido en parte al aumento considerable en el precio de las ediciones y al mercado de la reventa para coleccionistas. Ante esta situación, Marvel sufrió grandes pérdidas, y sus directivos se vieron obligados a tomar la decisión de declarar a la empresa en bancarrota.
En realidad, se trataba de una estrategia para ganar algo de tiempo y pensar un nuevo modelo de negocio que permitiera la supervivencia de Marvel en el mercado. En este periodo, exploraron sin éxito varias opciones, como abrir restaurantes ambientados en los escenarios de sus superhéroes o producir CDs interactivos.
Hasta que, finalmente, consiguieron dar con la tecla y lanzar su propio estudio cinematográfico. La empresa pasó de llamarse Marvel Cómics a Marvel Studios, y hoy es una de las productoras de cine más rentables del mundo, copando los grandes éxitos de las taquillas internacionales durante las últimas décadas.
Sin embargo, durante los comienzos de Marvel Studios el modelo de negocio no terminaba de funcionar. Empezaron a vender los derechos a otras productoras independientes, con el fin de obtener un ingreso rápido. Cuando se dieron cuenta del error, la compañía decidió arriesgar y endeudarse para comenzar a montárselo por su cuenta.
El impero cinematográfico de Marvel
El impero del cine de superhéroes que Marvel ha conseguido levantar desde entonces es conocido por todos. Solo en 2021, las películas de la compañía coparon el 30% de la taquilla en Estados Unidos, dejando en las cuentas de la empresa más de 1.300 millones de dólares solo en su país de origen.
Además, desde la compra de Marvel por parte de Disney en el año 2009, los ingresos estimados de sus películas, así como de los artículos de merchandising o videojuegos que venden en todo el mundo, asciende a más de 18.000 millones de dólares. Toda una fortuna que muestra el potencial de un imperio que resiste más de ocho décadas después de su fundación.
La historia de Marvel deja grandes lecciones para los emprendedores que quieran hacer crecer sus negocios en el largo plazo. La capacidad de reinventarse y adaptarse al mercado, la resistencia a la frustración y la habilidad para pivotar tras un fallo, la creatividad sin límites dentro del equipo… (tanto en sus películas como en sus ideas de transformación). Estas cualidades han hecho de Marvel una compañía puntera y milmillonaria que, si sigue por este camino, podrá alcanzar el siglo de vida en las próximas décadas.