El permiso menstrual ser un nuevo derecho laboral en España durante las próximas fechas. El Ministerio de Igualdad ha comenzado a estudiar esta medida, que ya se aplica en países como Japón o Corea del Sur, en medio de un debate sobre la penalización que podría suponer para las mujeres en el ámbito laboral.
El permiso menstrual se aplicaría para aquellas trabajadoras que sufran periodos dolorosos que dificulten su actividad laboral, un problema que afecta a alrededor del 50% de las mujeres, y sobre el que no existe demasiada información al considerarse un tema tabú. Ahora, el Gobierno quiere estudiar su aprobación como derecho laboral, siempre y cuando existan síntomas avalados por un médico.
Aunque el permiso menstrual forma parte de la legislación de algunos países como Japón o Corea del Sur desde hace años, en España apenas existen ejemplos de su aplicación. Uno de los pocos es el del Ayuntamiento de Girona, que lo aprobó en junio de 2021 y que podría dar una muestra de las condiciones en las que se cumpliría y las cifras a las que se aproximaría.
¿En qué consiste el permiso menstrual que estudia aprobar el Gobierno?
Aunque las condiciones aún no están definidas, el caso del Ayuntamiento de Girona podría ser un buen punto de partida para explicar en qué consiste exactamente el permiso menstrual. Se trata de un permiso no retribuido de no más de ocho horas al mes. Además, las trabajadoras que lo soliciten deben recuperar las horas de ausencia después de su cumplimiento.
Desde que se aprobó la medida, apenas tres empleadas del consistorio han solicitado un permiso menstrual. Unas cifras reducidas que adelantan que, de aprobarse en toda España, no demasiadas mujeres optarían por acogerse a este nuevo derecho laboral.
Sin duda, el reconocimiento jurídico de la figura del permiso menstrual marcaría un hito feminista en el ámbito de las relaciones laborales. Aunque, como en casi todo, también existen las voces que muestran sus dudas sobre la medida, ya que consideran que su aplicación podría tener efectos adversos sobre la trayectoria profesional de las mujeres, ya de por sí más complicada que la de los hombres.
Además, algunas voces expertas han mostrado sus dudas sobre la viabilidad de aprobar el permiso menstrual en el ámbito de la empresa privada. Desde CCOO apuntan que, “al margen de lo que se puede negociar en ámbitos públicos, no es fácilmente trasladable a la negociación colectiva privada, máxime con la brecha existente aún”.
Otras medidas que marcan el futuro de la conciliación
Además de la figura del permiso menstrual, el debate sobre los derechos laborales y la conciliación también se está centrando en otras medidas, aplicables al ámbito de la empresa privada, que podrían comenzar a aplicarse en los próximos meses para fomentar la retención y la atracción de talento, uno de los grandes retos del 2022.
El más evidente es la jornada laboral de cuatro días. Esta medida ha comenzado a aplicarse en algunas empresas, como la firma de moda Desigual, y ha copado el debate parlamentario en los últimos meses. En su caso, la plantilla de oficinas votó a favor de trabajar cuatro días a la semana -un 13% menos a cambio de reducir sus salarios en un 6,5%. “Queremos que la gente trabaje más feliz, y ser más atractivos para retener el talento que tenemos en casa y atraer el de fuera. La jornada de cuatro días nos va a hacer más competitivos”, valoró entonces Alberto Ojinaga, director de Desigual.
En paralelo, otro sistema está ganando bastante popularidad en las ofertas de trabajo que se publican durante este año. Se trata de la jornada laboral de siete días, una fórmula que consiste en dar total libertad al trabajador para organizar su jornada laboral como mejor le convenga. Así, uno podría elegir librar los lunes y miércoles, trabajando los fines de semana, mientras que otro podría escoger realizar su jornada entre el lunes y el viernes, como se ha hecho de manera tradicional.
Casi rizando el rizo, una última propuesta se suma al permiso menstrual y las anteriores para favorecer la conciliación y el descanso de los trabajadores: las vacaciones ilimitadas. En realidad, la fórmula es simple. Además del periodo vacacional estipulado por contrato, la empresa permite a sus empleados coger días libres sin límite siempre que quiera, con la condición de que debe cuadrar su horario con sus compañeros para que la actividad de la compañía nunca se vea comprometida.