La escasez de suministros y la gran falta de demanda de empleo en las principales economías mundiales está provocando una batalla por atraer trabajadores extranjeros. En este sentido, la mayoría de países está renovando sus legislaciones para conseguir condiciones más favorables a la recepción de talento internacional, en sectores de lo más diversos.
El caso más llamativo es el de Estados Unidos, donde la llamada “Gran Dimisión” ha llegado a dejar más de cuatro millones de vacantes solo en un mes. Ante esta situación, la atracción de trabajadores extranjeros se antoja fundamental para la supervivencia de las grandes economías, que ya están tomando medidas para solucionar una crisis que podría ser más grave durante los próximos meses.
En Europa, Alemania ha comenzado a agilizar los trámites para favorecer la llegada de trabajadores extranjeros. En este sentido, ya preparan una nueva ley de ciudadanía, que pretende incorporar unos 400.000 inmigrantes anuales a su mercado laboral “para satisfacer puestos especializados como enfermería o logística. Necesitamos trabajadores cualificados en todas partes”, tal y como explican desde la Agencia Federal del Trabajo.
En el resto de países europeos la situación es similar. En este sentido, algunos socios de la UE, como Portugal, están aumentando la concesión de visados para estudiantes y trabajadores extranjeros, mientras que otros como Reino Unido han intentado sin éxito atraer el talento internacional, sobre todo en el sector del transporte o la carnicería, ejes básicos para la economía de un país.
España también busca atraer a miles de trabajadores extranjeros
Aunque de forma menos acusada, España también está sufriendo la escasez de demanda en algunos sectores, por lo que también han puesto en marcha algunas medidas para atraer a miles de trabajadores extranjeros durante los próximos años.
En este sentido, la Ley del Ecosistema de las Empresas Emergentes (la llamada Ley de Startups) cuenta con un apartado específico para los nómadas digitales. Tras su aprobación definitiva, los trabajadores extranjeros que sean emprendedores o teletrabajen tendrán la posibilidad de residir y trabajar en España durante cinco años, así como acogerse al régimen tributario especial y tributar por el impuesto sobre la renta de no residentes.
La falta de demanda afecta a seis de cada diez empresas, según los últimos datos de Manpower. Se trata de la peor cifra en los últimos 15 años, y muestra la gravedad de una crisis internacional que amenaza con frenar de manera considerable la recuperación económica tras la pandemia, algo que debería marcar la agenda mundial durante 2022.
La escasez de trabajadores no solo está afectando a los sectores más modernos y especializados. Las empresas españolas también tienen serias dificultades para encontrar sanitarios, farmacéuticos, soldadores, fresadores, conductores o carretilleros. En este último caso, la falta de demanda en el sector logístico cobra especial importancia, debido al boom del comercio electrónico y las entregas de última milla que se ha producido a raíz de la pandemia.
La inmigración, una solución a corto plazo
Tal y como explican algunas voces expertas, la atracción de trabajadores extranjeros a las grandes economías mundiales es solo una solución a corto plazo. Mientras la tecnología y los modelos de negocio sigan cambiando, todos los países seguirán necesitando nueva mano de obra, por lo que la transformación de los sistemas educativos es clave.
En este sentido, las administraciones deberán orientar la oferta de formación hacia los sectores y puestos que prometen ser los más demandados durante los próximos años, y dar menos peso a otras profesiones que irán quedando obsoletas. Así, carreras relacionadas con el análisis de datos, la Inteligencia Artificial, el blockchain o la ciberseguridad tendrán un especial peso en el mercado laboral -nacional e internacional- del futuro.