Refranes para el emprendedor prudente
“Quien mucho abarca poco aprieta”
Quien reparte su esfuerzo en varios proyectos simultáneos difícilmente terminará satisfactoriamente ninguno.
“De la mano a la boca, desaparece la sopa”
Advierte de que en un instante pueden desvanecerse las más fundadas esperanzas de lograr algo.
“Perseverancia todo lo alcanza”
La tenacidad y el empeño son la mejor garantía para lograr el éxito en cualquier empresa.
“Negocio acaba en ocio, pero ocio no acaba en negocio”
Dice que el resultado final de toda actividad productiva es el logro del bienestar, en tanto que la inacción habitual conduce a la esterilidad.
“El que en sí confía, yerra cada día”
Señala que es peligroso asumir decisiones en exclusiva y desdeñar el consejo de los demás. Equivalente a otro que dice: “El más diestro la yerra más presto”.
“Quien mucho corre, pronto para”
Reprende la precipitación que a veces malogra un buen proyecto por las prisas.
“Quien trata la mercancía y no la entiende, sus dineros se le tornan de duende”
Alude a quien emprende un negocio sin estar preparado para ello, lo que desemboca en pérdidas graves.
“Quien no aventura, no ha ventura”
Juego de palabras basado en la igualdad de pronunciación que determina que quien no expone, consigue poco.
“Más vale paso que dure y no trote que canse”
Ser constantes en la consecución de nuestras metas reportará mejores resultados que grandes esfuerzos poco frecuentes.
“A Dios rogando y con el mazo dando”
Quiere decir que no basta con desear mucho una cosa y rogar para que se cumpla si no trabajamos a la vez y ponemos de nuestra parte el trabajo. Esto es mejor que esperar milagros.
“Errando se aprende a herrar”
Indica que el error es paso obligatorio para aprender.
“Si conoces que vas perdido, muda consejo y camino”
Advierte de que obstinarse en algo que se va, que no lleva a buen fin, es peligroso y aconseja desistir y buscar otras alternativas.
“Ninguno pierde jugando lo que ganó cavando”
Asegura que nadie se arriesga a perder aquello que ha ganado con mucho esfuerzo.
“A cuentas viejas, barajas nuevas”
Es recomendable ni dilatar un negocio o cualquier otro asunto, de ser así, es preferible comenzar cosas nuevas.
Refranes para el emprendedor desconfiado
“A dineros pagados, brazos quebrados”
Recomienda no pagar por adelantado un servicio, puescon frecuencia se descuida su ejecución, se retrasa la realización de lo acordado. Alude también a la dificultad de recuperar el dinero prestado.
“Entre dos amigos, un notario y dos testigos”
La seguridad y formalidad en lo que al trato se refiere, para mantener la confianza sin miedo de quiebra o discordia.
“No vendas a tu amigo ni del rico compres trigo”
Exhorta a no practicar ninguno de dichos supuestos, por temor de que el comprador, siendo amigo, quiera pagar más barato y de que el vendedor, siendo rico, exija una precio exorbitado.
“Quien de todos es amigo es muy pobre o muy rico”
En el primer caso, se arrima por lo que le puedan dar; en el segundo caso, se arriman a él.
“Dinero de suegro, dinero de pleito”
Recomienda el refrán no mezclar nunca los asuntos familiares con los monetarios dado que ello suele ser causa de disputa. Similar a otro que dice: “Primero son mis dientes que mis parientes”.
“Piensa mal y acertarás”
Aconseja mantener cierta suspicacia dada la mala índole de las personas.
“Quien presta a un amigo, cobra un enemigo”
Pierdes el dinero y al amigo.
“Encargos sin din, descanso para mi rocín”
Porque los encargos que se hacen sin adelantar el importe del gasto casi nunca se diligencian.
“Por lo raras, son las perlas caras”
Se refiere a que las cosas que escasean, si además son exquisitas, doblan su estimación y multiplican su precio.
El emprendedor pragmático
“Más vale pájaro en mano que ciento volando”
Desaconseja arriesgar las cosas seguras, aunque sean modestas, por el afán de obtener otras mejores pero inciertas
“Más vale un toma que dos te daré”
Recomienda que lo seguro prevalezca sobre lo incierto, por halagüeño que esto sea.
“Negocio que no deja, se deja”
Aconseja no invertir más dinero ni esfuerzo en aquellos negocios que no reportan ya ningún beneficio.
“Tienda vacía no hace negocio”
Dicho entre tenderos, abarroteros y comerciantes que significa que para que el negocio prospere debe estar bien surtido, si las personas no encuentran lo que buscan irán a otro lugar a comprar.
“Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”
Las ventajas que tiene aquel que dispone de protectores poderosos.
Refranes para el emprendedor oportunista
“A río revuelto, ganancia de pescadores”
Es en las situaciones de confusión cuando aquellos más hábiles son capaces de sacar tajada.
“Del árbol caído, todos hacen leña”
Denuncia metafóricamente el general desprecio que demuestra la gente ante aquel que ha caído en desgracia, así como el provecho de esa situación que muchos intentan sacar.
“Cuando tenía dinero, me llamaban Don Tomás, ahora que nada tengo, me llaman Tomás nomás”
Algunos confieren un halo de autoridad a las personas con dinero, razón por la que les tratan con mayor respeto.
“De diestro a diestro, el más presto”
Entre dos personas igualmente hábiles, el que más rápido actúe, ese llevará ventaja.
“Por miedo de gorriones, no se dejan de sembrar cañamones”
Las cosas necesarias no se deben dejar de hacer por miedo a los riesgos ni por muy difícil que sea su ejecución.
“Por bien que te vaya, no vendas tu saya”
Se refiere a aquellos a quienes les van bien las cosas y olvidan sus orígenes y a quienes les ayudaron en otros tiempos.
“Por lo raras, son las perlas caras”
Se refiere a que las cosas que escasean, si además son exquisitas, doblan su estimación y multiplican su precio.
“Dinero es como los ratones, que oyendo ruido, se esconden”
Se dice, por analogía, cuando el clima social está alterado y, por tanto, no es momento propicio para invertir ni acometer empresa alguna.
“Agua le pido a mi Dios, y a los aguadores, nada”
Nuestros asuntos más importantes debemos tratarlos con las personas que tienen más autoridad o mayor jerarquía para que sean atendidos o resueltos con prontitud.
“Tuyo o ajeno, no te acuestes sin dinero”
Lo importante es tener dinero, sin reparar en escrúpulos.
Refranes para el emprendedor omnipresente
“No es mal sastre aquel que conoce el paño”
Alude a las personas que son grandes conocedoras de su oficio o profesión; también, se refiere a estas personas en situaciones en las que reconocen sus errores o faltas.
“No hay nadie tonto para su negocio”
Enseña que en los propios negocios, por interés personal, nadie se deja engañar.
“Ojo del amo, engorda al caballo”
Indica que nada beneficia tanto a un negocio como la vigilancia del propio dueño en lugar de dejar los asuntos en manos de otros. El mismo significado se puede atribuir a otro que dice: “Por porfiar y confiar te puedes arruinar”.
“El que tiene peones y no los ve, se queda en calzones y no lo cree”
Aconseja que las personas deben vigilar de cerca o con detenimiento sus negocios, y no dejarlos en manos de otras personas.