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02 Abr, 2023

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Las empresas de videoclubs que se resisten al dominio de Netflix. ¿Cómo lo hacen?

En pleno boom de los servicios de contenidos por suscripción, estos negocios intentan resistir ofreciendo películas antiguas y alternativas a las grandes producciones.

Los videoclubs que se resisten al dominio de Netflix

Aunque eran negocios muy rentables hace apenas una década, la aparición de las plataformas de contenidos en streaming, como Netflix o HBO, ha terminado por condenar al cierre a cientos de videoclubs en toda España. Sin embargo, todavía hay algunos negocios de este tipo que sobreviven, apostando por una oferta alternativa a las grandes producciones.

En concreto, solo 300 videoclubs han conseguido plantar cara a las grandes multinacionales de contenidos audiovisuales. Uno de ellos es ‘Regreso al pasado’, una tienda ubicada en Las Palmas de Gran Canaria que se dedica a la compraventa de DVD, Blu Ray, vinilos y artículos de coleccionismo para los más románticos del cine. “Queremos que nuestros hijos sigan con nuestras tendencias cinéfilas”, explica uno de los emprendedores detrás del proyecto en un reportaje de El País.

Aunque son pocos, los videoclubs que resisten al boom de Netflix o HBO han conseguido convertirse en negocios rentables gracias a la demanda del público más especializado. “Ofrezco 46.000 películas, y muchas de ellas no están en plataformas. Creo que hago una labor de salvaguardar estas películas y recomendarlas. La gente me lo demuestra cada día”, explica en el reportaje una emprendedora del sector desde Barcelona.

El éxito de su modelo de negocio se ha basado en replicar el modelo de suscripción de las grandes multinacionales, pero sumando el componente exclusivo de su catálogo y las recomendaciones personalizadas. “Nosotros funcionamos con una tarifa plana, por 8,95 euros pueden alquilar lo que quieran. Somos más baratos que cualquiera, y recomendamos con conocimiento”, explica.

Este componente personal es, precisamente, la gran diferencia entre los videoclubs españoles y las grandes plataformas que dominan el mercado. Para los emprendedores del sector, las empresas de streaming basan todas sus recomendaciones en un algoritmo que no siempre ofrece a sus clientes el contenido más interesante, sino que “cuela” solo las grandes producciones de cada compañía. “Estás obligado a ver lo que la empresa quiere que veas, no tienes autonomía alguna: te van orillando, van cerrando tus gustos. Yo tengo 50.000 títulos aquí, ni Netflix o HBO juntas llegan a mi catálogo”, explican.

Filmin, una alternativa que convence más al sector de los videoclubs

Dentro del catálogo de plataformas de contenidos en streaming, la española Filmin parece una alternativa que convence más a los propietarios de los videoclubs para que el cine pueda coexistir en el soporte físico y digital. “Tiene un contenido de más calidad, de momento, aunque como ellos no producen, tienen cosas que ya existen”, explican a El País.

La compañía, que facturó 14,4 millones de euros en 2020, comenzó su actividad en 2007, cuando Juan Carlos Tous, Jaume Ripoll y José Antonio de Luna compraban y vendían películas, precisamente, en videoclubs.

En aquel momento, en España se llegaban a descargar 350 millones de películas de forma ilegal, con unas pérdidas estimadas para el sector de 800 millones de euros. Según ellos, el mercado empezó a crearse de verdad cuando las majors, los estudios de Hollywood vieron la posibilidad de hacer negocio, y empezaron a comercializar sus productos y a luchar contra la piratería. “Llevamos treinta años vendiendo las mismas películas en diferentes formatos. Ahora toca el streaming”, afirman en una reciente entrevista con Emprendedores.

Uno de los puntos fuertes de Filmin -y una de las grandes coincidencias con los pocos videoclubs que resisten en España- es el catálogo, enfocado desde sus inicios al cine independiente y europeo, que suma el 65% de su oferta. “Desde el inicio quisimos dedicarnos a este tipo de contenido, sabiendo que en el futuro vendrían otras compañías dedicadas a un producto más generalista”, asegura De Luna para concluir.