Para Pilar Irigoien, directora gerente de Sodena, las oportunidades están en la “innovación constante que apueste por nuevas formas de elaboración, ingredientes, sabores, formatos y presentaciones, sin renunciar al sabor, olor, color o textura de los alimentos”. Un sector que, asegura, no dejará de crecer en los próximos años y en los que Orizont, la aceleradora de Sodena ve estas 7 líneas para apostar:
Imprimir comida en 3D
No, es ciencia ficción. Las impresoras 3D ya son una realidad en actividades como la construcción o la elaboración de prótesis médicas a medida y ahora entran en la cocina. La oportunidad está en elaborar alimentos listos para ser consumidos a través de la selección, dosificación, calentamiento, cocción y mezcla de ingredientes hasta conseguir imprimir la comida.
Consumidor 4.0
La industria busca adaptarse a un consumidor hiperconectado y amante de la tecnología. Un consumidor que busca recetas online, cocina en directo a través de vídeo tutoriales y programa su cafetera para tener el café caliente justo al levantarse.
Alimentos eco
La necesidad de producir alimentos ecológicos y que faciliten la conservación del medio ambiente es cada día mayor. Los datos son evidentes: el consumo de este tipo de alimentos creció un 14% en 2017, según el informe Mitos y realidades sobre el consumo de productos ecológicos.
Superalimentos
Una nueva tendencia surgida en los últimos años son los llamados superfoods, alimentos que aportan nuevos nutrientes y que se están haciendo un hueco importante en un mercado con alimentos cada vez más naturales, menos procesados y con una cantidad mucho más reducida de aditivos.
Envases inteligentes
Hablamos de packaging con sensores que ofrecen información no sólo sobre el estado del alimento que contienen, sino que lo protegen para aumentar su calidad de conservación en todo momento.
Cocina molecular
Productos como caviar en aceite de oliva o esferas de cerdo agridulce son ejemplos de esta nueva cocina que ha unido gastronomía con ciencia. De hecho, la química juega un papel fundamental en su producción. No se trata sólo de crear platos sorprendentes, sino que es comida generalmente apta para celíacos, ya que descartan su preparación con harina.
Recubrimientos comestibles
Es una nueva forma de mejorar la seguridad alimentaria y garantizar la calidad nutricional de los alimentos. Recubrimientos que, además de mejorar el aspecto, olor, sabor y vida útil de los alimentos, son aptos para el consumo. Uno de los productos en los que más se está investigando la forma de mejorar en este sentido es el queso o cómo añadirle un recubrimiento apto para el consumo y que lo mejore como alimento.
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Alimentación: un montón de oportunidades